Vuelta a casa por Navidad
Hola a todos, me llamo Iván, soy miembro del departamento de Desarrollo de Negocio de Cable Energía. En esta crónica os voy a relatar como fue mi vuelta a casa por navidad, un viaje de 13 horas desde Sevilla a Oviedo pasando por Portugal. Toda una experiencia, porque, el término “viaje” no es suficiente para abarcar lo vivido, que no se llevó a cabo de cualquier manera, sino a bordo de un Nissan Leaf 100% eléctrico, con el que he puesto a prueba los puntos de carga que he encontrado por el camino.
El objetivo de mi viaje era por un lado, comprobar si es posible realizar un viaje planificándolo y cumpliendo con las fechas y paradas establecidas; y por otro lado, vivir la experiencia de realizar un viaje largo en un vehículo 100% eléctrico, para comprobar de primera mano la situación en que se encuentra la red de recarga en nuestra península.
¿Queréis conocer mi experiencia? ¡Os la cuento!
1er día
Emocionado puse rumbo en dirección norte. Después de dos horas y media de camino, decidí parar en Badajoz. Concretamente en el cargador de 50kw del concesionario de Nissan. Nada más llegar, me encontré un coche de combustión ocupando la plaza reservada para VE, pensaréis: “Un coche que no ha respetado la zona reservada”. Sin embargo, me acerqué a preguntar y me dijeron que ese coche lo dejaban ellos mismos para controlar que ningún otro vehículo de combustión ocupase la plaza, ¡que ironía! Además me informaron de que solo era posible recargar el vehículo cuando el taller estaba abierto. Afortunadamente yo pude recargar mi coche sin problemas antes de continuar mi ruta.
Vehículo eléctrico cargando en el concesionario de Nissan
La segunda parada que realicé en mi recorrido fue en la ciudad de Évora, dentro de Portugal, una vez cruzada la frontera. Una vez que cambié de país, necesitaba ir a recoger una tarjeta RFID portuguesa ya que las españolas no funcionan aquí. Cuando me di cuenta de este inconveniente ya era demasiado tarde como para que llegase a Sevilla, así que tuve que pedir que alguien la enviase a Évora e ir a recogerla allí. Bajo mi punto de vista, sería mucho más sencillo si existiese una única tarjeta para los cargadores de los diferentes países.
Vehículo eléctrico estacionado en Portugal
El punto de carga en cuestión se encontraba en la estación de servicio de una empresa española , siendo el único punto de carga rápida en toda la ciudad. Seguí las instrucciones al pie de la letra, pasé la tarjeta, conecté el enchufe CHAdeMO en el coche y empezó a cargar. Hasta ahí todo normal. No llevaba 5 segundos cuando la pantalla avisó de una avería en el cargador, por lo que tuve que llamar al número que indicaba la pantalla, que resultó estar dado de baja. ¿Ahora qué? Intento informarme en la web pero me indica que me ponga en contacto con el proveedor local. Ya había perdido demasiado tiempo, era tarde y no había podido llegar a mi siguiente destino, Setúbal, donde tenía planificado pasar la noche. Busqué el cargador más cercano y un alojamiento donde pasar la noche.
Vehículo eléctrico recargando en Portugal
Mi planificación del viaje iba bien, hasta este momento, en que tuve que quedarme en Évora porque el cargador que debía utilizar no funcionaba correctamente ¿Por qué algunos buscadores de cargadores de VE no actualizan el estado de sus cargadores? Por la experiencia vivida en este viaje, considero que es imprescindible que si un cargador no funciona, la plataforma que lo muestra activo esté alerta y lo cambie. Sin embargo, de todo esto me llevo aprendizajes que trasladaré a mi vuelta para tenerlos en cuenta en la estrategia de Cable.
2º día
Mi segundo día de viaje fue mucho mejor. Paré en el Lidl de Vila Franca da Xira donde no tuve ningún problema para recargar, aproveché para desayunar tranquilamente y después retomar la carretera.
Por la tarde, tras haber hecho muchos kilómetros, decidí parar a recargar en una gasolinera de Repsol en la ciudad de Santarém para llegar tranquilo al hotel en el que pasaría la noche.
El punto de carga funcionaba perfectamente sucedió algo curioso, un Tesla se conectó en el segundo enchufe y el cargador dejó de cargar mi Nissan. Esto se debe a que la estación de recarga no es inteligente y prioriza un cargador solo. Por suerte estaba cerca del coche cuando pasó y pude darme cuenta, por lo que el Tesla se fue a recargar a un punto de carga cercano y yo continué sin problema mi recarga.
Finalmente, durante la noche dejé el coche cargando en el Tesla Destination Charger del hotel donde me quedaba.
3er día
En mi tercer día de viaje me dirigí a Salamanca, donde tenía planeada la primera carga. Al llegar, me encontré un Hyundai Kona cargando y un Mercedes ¡Nunca me había imaginado que tuviese que buscar otro cargador debido al exceso de demanda! ¿o es la falta de cargadores el problema? ¡La transición hacia los VE está muy cerca!
No tuve problema en localizar otro punto de carga, ya que el taller de Nissan de la ciudad tenía un punto de carga disponible para recargar.
¡Por fin llegué a mi ciudad! Evidentemente, no podía terminar mi viaje sin haber probado un cargador en Oviedo. El elegido fue el punto de carga del concesionario de Nissan en Asturias, muy cómodo, ya que todos los concesionarios de la marca ofrecen la carga de manera gratuita a usuarios de Nissan.
Finalmente, aunque tuve que hacer algún que otro cambio en mi planificación del viaje, conseguí llegar de vuelta a casa en el plazo que me había marcado. Después de tantos kilómetros, estaciones de carga y diferentes experiencias he llegado a la conclusión de que hay que seguir invirtiendo en infraestructura de carga y apostar por la movilidad sostenible. El problema que existe en la actualidad no es falta de demanda, si no falta de estaciones de carga de calidad que permitan a los ciudadanos optar por la energía limpia como motor.
Todas estas conclusiones me las llevo conmigo, para que a mi vuelta sirvan como información de la experiencia real de un usuario de VE y que desde Cable Energía podamos seguir trabajando juntos por la (r)evolución de la movilidad eléctrica.
Mi objetivo va a ser tratar de dar solución a estos problemas. Si yo he llegado a casa por navidad en un vehículo eléctrico en este 2020 con algún pequeño bache en el camino, estoy seguro de que el año que viene podré cumplir con lo planificado.
Nos queda mucho trabajo por delante, pero no perdemos la esperanza ni las ganas de seguir trabajando porque un viaje sin incidentes sea posible. Los principios nunca fueron fáciles, pero estoy seguro de que la movilidad eléctrica es parte de nuestro futuro más próximo.
La vuelta la realizaré por otro camino, ¡En breves os contaré como me ha ido!
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